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FLORACIÓN EN LOS CULTIVOS


Una buena nutrición, las condiciones climáticas y una buena conductividad de agua son factores base que influyen en los procesos fisiológicos de floración y cuajado de los cultivos. La iluminación, las temperaturas, la fertilización, el riego y la poda entre otros tienen mucho que ver en la floración.

La poda en cultivos hortofrutícolas es una técnica que, al eliminar algunas partes de los vegetales, ayuda a estimular la floración. El tipo de poda, la forma, la intensidad y la época cambia en cada variedad, así como la respuesta de la planta para producir flores.

A los árboles frutales se les realiza el proceso de poda por varios factores, entre ellos el rejuvenecimiento de sus ramas. Para impulsar el proceso reproductivo de la planta se realiza la poda de floración o fructificación. Cuando el árbol entra en la fase productiva, esta poda se realiza gradualmente para así regular la producción de flores y frutos, buscando un equilibrio entre la producción y la actividad vegetativa. 

La poda de floración reside en descartar ramas enfermas y dañadas que son infructuosas, además de eliminar algunas ramas axilares. También se asegura un mejor posicionamiento de estos, de manera que no obstaculicen la luminosidad y sean competencia entre sí mismos. 

En la actualidad, la poda en los cultivos hortícolas es una práctica común y necesaria, impulsado esencialmente por las altas densidades y condiciones favorables para el crecimiento vegetativo de la planta. La finalidad de esta praxis es el de guiar el crecimiento y desarrollo de la planta a formas más productivas, limitando el número de ramas y brotaciones que facilite la ventilación y luminosidad en el interior de la planta y reduciendo la incidencia de plagas y enfermedades. La poda de estos cultivos consiste en dejar uno o dos tallos, quitando las hojas, frutos y brotes cuya productividad es insuficiente y causan estrés a la planta al rivalizar por los fotoasimilados.

La inducción floral por fertilización tiene un papel esencial en la alimentación del cultivo y en el estímulo floral.Mezclas balanceadas con nitrógeno, fósforo, potasio y pequeñas cantidades de hierro, cobre, boro, molideno, zinc o manganeso, pueden inducir la floración, su mejora y mayor productividad.

El polen proveniente de plantas deficitarias de cobre es mucho menos viable, reduciendo drásticamente la producción de frutos y semillas como consecuencia de la estirilidad masculina inducida. Uno de nuestros productos estrella es Dull Amino Cu 3%, un cobre diferente a los que se encuentran noramalmente en el mercado. Gracias a este producto la planta no solo estará más fuerte y sana sino que notará un amento en la floración y en la producción de polen de calidad, los abejorros trabajan mejor.

25 nov, 2019
Ubicación: San José de la Rinconada (Sevilla). Tamaño de la parcela: 2 Ha. Tipo de Aplicación: Fertirriego (sin posibilidad de aplicación foliar). Inicio 05/07/2019 : Se coge el cultivo en fase de cuaje y maduración, con flores aún y pimientos ya cuajados en la planta, aunque no están maduros para el propósito de cultivo.
13 nov, 2019
Ubicación: Marismas del Guadalquivir, Lebrija - Las cabezas e San Juan (Sevilla). Tamaño de parcela: 3 Ha Tipo de aplicación: Fertirriego (sin posibilidad de aplicación foliar). Inicio 05/07 : Se coge el cultivo en fase de cuaje y maduración, con flores aun y algunos tomates ya cuajados en la planta.
09 ago, 2019
Una buena nutrición, las condiciones climáticas y una buena conductividad de agua son factores base que influyen en los procesos fisiológicos de floración y cuajado de los cultivos. La iluminación, las temperaturas, la fertilización, el riego y la poda entre otros tienen mucho que ver en la floración. La poda en cultivos hortofrutícolas es una técnica que, al eliminar algunas partes de los vegetales, ayuda a estimular la floración. El tipo de poda, la forma, la intensidad y la época cambia en cada variedad, así como la respuesta de la planta para producir flores. A los árboles frutales se les realiza el proceso de poda por varios factores, entre ellos el rejuvenecimiento de sus ramas. Para impulsar el proceso reproductivo de la planta se realiza la poda de floración o fructificación. Cuando el árbol entra en la fase productiva, esta poda se realiza gradualmente para así regular la producción de flores y frutos, buscando un equilibrio entre la producción y la actividad vegetativa. La poda de floración reside en descartar ramas enfermas y dañadas que son infructuosas, además de eliminar algunas ramas axilares. También se asegura un mejor posicionamiento de estos, de manera que no obstaculicen la luminosidad y sean competencia entre sí mismos. En la actualidad, la poda en los cultivos hortícolas es una práctica común y necesaria, impulsado esencialmente por las altas densidades y condiciones favorables para el crecimiento vegetativo de la planta. La finalidad de esta praxis es el de guiar el crecimiento y desarrollo de la planta a formas más productivas, limitando el número de ramas y brotaciones que facilite la ventilación y luminosidad en el interior de la planta y reduciendo la incidencia de plagas y enfermedades. La poda de estos cultivos consiste en dejar uno o dos tallos, quitando las hojas, frutos y brotes cuya productividad es insuficiente y causan estrés a la planta al rivalizar por los fotoasimilados. La inducción floral por fertilización tiene un papel esencial en la alimentación del cultivo y en el estímulo floral. Mezclas balanceadas con nitrógeno, fósforo, potasio y pequeñas cantidades de hierro, cobre, boro, molideno, zinc o manganeso, pueden inducir la floración , su mejora y mayor productividad. El polen proveniente de plantas deficitarias de cobre es mucho menos viable, reduciendo drásticamente la producción de frutos y semillas como consecuencia de la estirilidad masculina inducida. Uno de nuestros productos estrella es Dull Amino Cu 3% , un cobre diferente a los que se encuentran noramalmente en el mercado. Gracias a este producto la planta no solo estará más fuerte y sana sino que notará un amento en la floración y en la producción de polen de calidad, los abejorros trabajan mejor.
11 jul, 2019
La importancia que tiene el suelo no es para escribir un libro, sino varios. Su interés procede de la consecuencia directa de conseguir una planta sana, fuerte y bien nutrida, y así obtener frutos de calidad. Se dice que un suelo ideal está compuesto de 45% materia mineral, 5% materia orgánica, 25% aire, 25% agua, más la flora y fauna que habita en su interior. Tiene necesidades de nutrición, oxigeno, agua, temperatura, espacio y se abastecen dentro de una organización casi perfecta; pueden aportar nutrientes a las plantas y animales que viven sobre él sin agotar los recursos, como se ha demostrado en los ecosistemas que no han sido manipulados por el hombre. ¿Todo esto para qué? ¿Cuál es la importancia de su función? Las raíces, deben crecer sin obstáculos, con humedad suficiente, oxigeno y minerales, fuertes y vigorosas capaces de renovarse sin parones ni estancamientos, con unas raíces sanas y fuertes la planta será capaz de absorber los nutrientes necesarios para su desarrollo vital. El suelo es un ecosistema formado por partes bien diferenciadas que constituyen la estructura del medio agrícola siendo la base para la vida de las plantas y fuente fundamental de elementos nutritivos. Estas partes se pueden dividir en 3 fracciones: La fracción sólida , constituida por elementos minerales (arena, arcilla, limo, caliza) producto de la disgregación y la alteración de la roca madre y de la materia orgánica producto de la descomposición de los restos vegetales y animales. La fracción líquida del suelo , en la cual se encuentran en disolución las sustancias minerales y orgánicas solubles. La fracción gaseosa , constituida por el gas procedente del aire de la atmósfera, la vida de los microorganismos y del gas producido por la descomposición de la materia orgánica. Resumiendo, el suelo agrícola está compuesto de minerales que sirven de alimento, tierra que retiene la humedad y microorganismos, que ayudan a que conserve sus buenas propiedades. Disponer de un suelo oxigenado, con buena estructura y equilibrio en sus nutrientes es lo esencial para el agricultor, y de esta forma poder obtener mejores rendimientos. Si el suelo es pobre, no tiene la acidez adecuada o su estructura está dañada, es probable que los cultivos no prosperen adecuadamente aunque el clima, las labores y el riego lo acompañen. El grado de acidez de un suelo se mide por su pH, el cual oscila entre 0 y 14. Si el pH es de 7, se tratará de un suelo neutro; por debajo, sería un suelo ácido, y por encima, alcalino. El suelo ideal sería el neutro, aunque la mayoría de plantas tiende al alcalino para una mejor absorción de minerales. Cuando se empieza a detectar una perdida en el vigor y rendimiento productivo de las plantas puede ser debido a la siembra de un determinado cultivo repetidas veces sobre un mismo suelo, apareciendo lo que se suele llamar “fatiga del suelo”, este es un fenómeno que se produce en los terrenos agrícolas por el cual las producciones pueden ver disminuidos sus rendimientos, producir enanismo en las plantas, amarilleos, retrasos en el desarrollo, etc. existiendo un gran número de factores químicos, biológicos y físicos que pueden, de forma más o menos conjunta, desencadenar, esta fatiga o suelo cansado. Uno de los factores que más contribuyen a la aparición de este fenómeno es el monocultivo que produce efectos alelopáticos que perjudican el desarrollo de posteriores cultivos. También puede producir la acumulación de patógenos que afectan a una determinada especie y por tanto afecta en mayor medida cada vez que se repite un mismo cultivo. El factor físico tiene especial relevancia en los suelos cultivados de forma intensiva. El agua constituye el principal factor implicado en la ruptura de los agregados del suelo y esta destrucción puede suceder mediante distintos mecanismos, siendo el impacto directo de las gotas de lluvia o de riego el más importante. Cuando un suelo comienza a dar problemas y nos damos cuenta que el rendimiento de nuestro cultivo disminuye, podemos emplear diferentes técnicas de recuperación de suelos, pero las dos más comunes y eficaces son las siguientes: Encalado. Muchos agricultores tienen que aplicar cal directamente sobre la tierra para corregir el exceso de acidez de su terreno, en cualquier caso siempre es buena idea hacer antes un análisis del tipo de suelo. A simple vista, el terreno ácido es más oscuro y tiende a encharcarse, el alcalino tiene un color muy claro, casi blanquecino, y suele ser rico en nutrientes. Estiércol. Es el remedio perfecto para devolver la salud al suelo, actúa como filtro para la tierra, favorece a la raíz y obtiene una buena proteína para la planta, aumentando significativamente la productividad y aportando múltiples beneficios al suelo, que se pueden resumir a continuación: - Beneficios físicos: Evita la compactación del suelo, aumenta la retención del agua, reduce la erosión, disminuye los encharcamientos, mejora la resistencia a las heladas y veranos intensos, favoreciendo el desarrollo de la raíz. - Beneficios químicos : Desintoxica las plantas por el uso excesivo de químicos, aporta todos los elementos y micro elementos actuando como corrector de pH en suelos ácidos y como corrector de la salinidad. - Beneficios biológicos: Siendo el suelo un ser vivo, el compost aporta una gran riqueza biológica, y mitiga el impacto de plagas y patógenos. Dull Nutricionales tiene un producto especializado en el desbloqueo de las sales minerales del suelo, Dull Solvente , que ayuda a la raíz a absorber los nutrientes que se encuentran en las capas de la tierra como son el fósforo, calcio y potasa entre otros. Este producto actúa como ovicida, ayudando a matar insectos y ácaros en la fase de huevo, además ejerce de penetrante que hace que la planta tome los abonados de una forma más efectiva.
Por Manuel García 04 jul, 2019
En Dull Nutricionales apostamos por este concepto, porque nos gusta cuidar el medio ambiente, que junto a los productos que distribuimos son la alianza perfecta para que sus cosechas tengan un rendimiento excepcional. De unos años hasta hoy, en el lomo de algunos productos destinados a la sanidad vegetal los agricultores han podido observar algún tipo de sello o distinción en la que se hace mención a que ese producto es de Residuo Cero. Sin embargo, si acudimos a la certificación oficial de insumos agrícolas, dicha distinción no existe. ¿Qué es el 'RESIDUO CERO'? Residuo Cero es un concepto ligado a una forma de trabajar en el campo, un nuevo modus operandi, basado el manejo integrado de plagas, priorizando el uso de biopesticidas… pero también la fauna auxiliar e incluso la utilización racional de los productos químicos en casos puntuales, siempre que sea el momento adecuado para asegurar la degradación de los Límites Máximos de Residuos (LMR). El resultado siempre ha de ser un cultivo sin rastro de residuos. (Fuente: Agroquímica.es) Cada día somos más conscientes de nuestro entorno,esta conciencia está cambiando los hábitos de consumo y está poniendo en auge nuevos procesos de producción de una forma más amable con el marco que nos rodea. Se trata de producir alimentos reduciendo el volumen y toxicidad de los productos con que se riegan obteniendo alimentos libres de residuos químicos para el ser humano y la naturaleza. Un mayor cuidado del medio ambiente no solo beneficia al planeta sino también garantiza una mayor calidad y frescura de los alimentos consumidos, además de ofrecer un ambiente más saludable a los trabajadores reduciendo su exposición a tóxicos. Cuando hablamos de agricultura sin residuos o residuo cero nos referimos a lograr una producción sostenible respetando la gestión de residuos, una característica muy valorada por los consumidores debido a su preocupación por el medio ambiente. Un mayor cuidado al medio ambiente no sólo ayuda al planeta, también garantiza una mejor calidad y frescura de nuestros productos. La agricultura sin residuos ofrece un mensaje de seguridad alimentaria al ofrecer productos libres de residuos, de sustancias peligrosas para la salud. Pero también por dejar de verter residuos al medio ambiente, al suelo, al agua o a la fauna silvestre. Dota asimismo a los empleados agrícolas de entornos más saludables al reducirse su exposición a unas sustancias que son tóxicas. Otro beneficio más de esta forma de cultivar es la mejora de la rentabilidad de los cultivos puesto que la racionalización de los tratamientos supone también una disminución de costes y una mejora en el rendimiento, que nos permite ofrecer productos de máxima calidad a un precio competitivo. Antonio Giménez, director técnico de Koppert, reafirma esa tendencia y añade que el control biológico se propone como meta un control sostenible de los cultivos porque “ya no se trata sólo de evitar las plagas y sus consecuencias, sino también de fortalecer las plantas para asegurar la productividad y el mantenimiento de los cultivos”. Y así es como surge el vistosotérmino de agricultura de “Residuo Cero”,basada en normativas comerciales de carácter privado, cuyo cumplimento es controlado por empresas certificadoras. Se trata de una agricultura casi ecológica, pero que se guarda un as en la manga: puede utilizar fitosanitarios sintéticos, pero solo al inicio delcultivo, para que no queden residuos en el momento de la cosecha. Recurre a bioestimulantes, productos que buscan reforzar la inmunidad natural de las plantas y métodos de lucha biológica contra las plagas. La agricultura de Residuo Cero se basa en un sistema de gestión que permite producir alimentos, especialmente frutas y hortalizas de consumo fresco, sin residuos de fitosanitarios. Consideran que no hay residuos cuando la materia activa del fitosanitario se encuentra en una determinación analítica por debajo de 0.01 ppm (partes por millón) o 0.01mg/kg. Esta cantidad – 0.00000001- se acerca mucho a cero, pero ¿será lo suficientemente baja? ¿cuántos ceros hacen falta detrás de la coma para convencer a quien no quiere productos fitosanitarios?. Considerando que una sustancia activa, o los residuos derivados de ella puede detectarse y cuantificarse sólo si los laboratorios disponen de medios para hacerlo con una certeza aceptable, puede ocurrir que una muestra dé hoy negativo, pero dentro de unos años métodos más precisos puedan detectar la presencia de cantidades infinitesimales de fitosanitarios. ¿Dónde ponemos el límite entonces?
Por websitebuilder 04 jul, 2019
Si busca por Internet como conseguir frutas con más brillo le saldrán cientos de páginas con métodos artificiales que no mejoran a calidad del fruto pero hacen más llamativa su apariencia física.
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